La música ayuda a los niños y niñas a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de sí mismo y del entorno, y ampliar su mundo de relaciones.
También tiene el don de acercar a las personas. El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa. Les da seguridad emocional, confianza, porque se sienten comprendidos al compartir canciones, e inmersos en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo.
Los niños y niñas utilizan nuevos recursos al adaptar su movimiento corporal a los ritmos de diferentes obras, contribuyendo de esta forma a la potenciación del control rítmico de su cuerpo. A través de la música, el niño o niña puede mejorar su coordinación y combinar una serie de conductas.
Por estas y muchas otras razones es que se decidió realizar la actividad de “Mi nombre es” con los alumnos de 2° básico B, para potenciar todas sus habilidades, mejorar su rendimiento escolar y su conducta.
[nggallery id=33]